viernes, 26 de octubre de 2012

Enfermedad y emociones negativas.


DPA/Buenos Aires.- "Las emociones negativas son la llave que abre la puerta de par en par para que las enfermedades se instalen porque nuestro sistema inmunológico se deprime, y de esa manera quedamos mucho más permeables a la instalación de cualquier enfermedad", advierte el médico uruguayo Walter Dresel.

En su nuevo libro "En el límite", Dresel escribe "algo así como un manual de uso de la vida" para encontrar la forma de "no llegar al borde del precipicio" ni dilapidar la energía ni la salud.

"Muchas veces vamos envejeciendo con conductas autodestructivas que hacen que lleguemos al límite por la vía emocional o por la vía de la enfermedad física. Como cuerpo emocional y cuerpo físico están íntimamente entrelazados entre sí, hay que cuidar ambos".

Una experiencia personal, un problema coronario, lo llevó a escribir este libro sobre los límites que plantea la enfermedad cuando se pierde el equilibrio físico y emocional.

"Estamos hoy en un mundo en el que nos volcamos casi en un 100 por ciento al control de las emociones pero nos olvidamos que esas emociones están íntimamente ligadas a un cuerpo físico que funciona y que está vulnerable frente a virus, bacterias, tumores, todo tipo de enfermedades que normalmente aparecen", advierte Dresel.

Aceptar la realidad es el punto de inicio para comenzar un proceso de cambio y vivir mejor, afirma el cardiólogo y fundador del Centro de Liderazgo y Administración de la Vida Humana.

El médico propone por ello "conocerse a sí mismo no sólo desde el punto de vista espiritual sino también desde lo físico, teniendo en cuenta los antecedentes familiares y qué porcentaje de posibilidades se tiene de repetir la misma historia en la medida en que no se cuide".

Dresel apunta en especial contra el estrés de la vida cotidiana.
 
"Cada vez que nos enojamos, cada vez que nos hacemos mala sangre, cada vez que gritamos, cada vez que discutimos, se produce una serie de cambios internos, una descarga muy importante de adrenalina que aumenta la presión arterial, aumentan los latidos cardíacos, aumenta el ácido clorhídrico en el estómago. Y si uno multiplica ese episodio por la cantidad de veces que sucede en el día, en la semana, en el mes y durante años, uno puede llegar a entender cómo el ser humano enferma tan prematuramente".

La mejor herramienta para disminuir el estrés es "modificar la actitud" frente a los factores que lo generan, sostiene el autor de numerosos libros sobre autodesarrollo y crecimiento personal.

"Hay que cambiar la actitud porque en la actitud va la vida. Si no cambiamos la actitud ese estrés permanente va a terminar enfermándonos porque nuestro organismo es muy complaciente en muchos aspectos pero llega un momento en que claudica, enferma y muere", alerta.

El conocimiento interior permite en tanto descubrir "hasta dónde podemos llegar, a qué cosas nos queremos acercar y de qué cosas nos queremos y debemos alejar porque son las que nos causan daño".

Su carrera en la medicina le permitió descubrir cómo impactan los episodios emocionales en el cuerpo de cada persona. "La poliartritis reumatoidea, en mi experiencia clínica, en el 100 por ciento de los casos, 30 o 60 días antes del primer empuje esa persona había tenido un episodio emocional muy importante", ejemplifica.

"El episodio emocional no es el causante de la enfermedad, pero esa persona tenía un terreno predispuesto para la enfermedad que de no haber ocurrido ese episodio emocional quizás nunca se hubiera manifestado, o quizás se hubiera manifestado 10 o 15 años más tarde", precisa.

"Hoy en día las emociones son un punto muy sensible del ser humano y se proyectan en el cuerpo físico de forma directa", sostiene Dresel, autor de los libros "Toma un café contigo mismo" y "El espejo del alma", entre otros.

El experto advierte sin embargo que el conocimiento interior puede generar "un desasosiego muy importante" cuando afloran los aspectos negativos o débiles de cada uno, los "enemigos internos".

"Mis aspectos oscuros los dejo para mí, pero tarde o temprano, algún día, voy a tener que pagar la cuenta, me voy a tener que confrontar con esa realidad y cuanto antes lo haga creo que la sanación vendrá antes", subraya.

Los problemas emocionales de los seres humanos se repiten sin importar el país, el nivel socioeconómico o de formación. "No son trastornos mentales, son los problemas con la pareja, con los hijos, con los amigos, con el entorno laboral, con el acoso, con la manipulación, con todo ese tipo de cosas que en las sociedades occidentales existen en gran medida y que van en aumento y que a mí me preocupan porque hay un grado intenso de desintegración en la sociedad", alerta Dresel.

A esto se suma una cada vez más baja tolerancia a la frustración, sin atender a que el fracaso "no es para siempre sino que es puntual, tiene un punto de inicio, un punto máximo y lo que no tiene, que es lo que nosotros le tenemos que poner, es el punto final".

Dresel recomienda tomarse diez minutos para reflexionar al menos una o dos veces por semana. "¨Cómo estoy? ¿Cómo me estoy sintiendo? Acá hay cosas que no están bien porque estoy angustiado, porque estoy ansioso, ¨dónde está el clavo en el zapato? Nadie sabe mejor que uno cuando se prueba un par de zapatos dónde le apretan", señala.

Este simple ejercicio permite profundizar el autoconocimiento y recuperar el control de la vida, la confianza y el respeto por uno mismo.

"Recuperar el control de tu vida significa: maneja tú los hilos de tu vida, no dejes que los acontecimientos externos te manejen, sé tú el protagonista y aprende a poner límites también porque esa es una señal de una buena autoestima", asegura.

"Otra cosa que es muy importante es definir qué es lo que quiero para mi vida. Nos enseñan que para tener los pies en la tierra no podemos soñar, cuando en realidad el mundo sigue siendo de los soñadores, de aquellos que obstinadamente tuvieron una idea y quisieron llegar a ella no importa quién se le pusiera en el camino", concluye.

2 comentarios:

lillymarmat dijo...

¡Qué bueno me pareció este artículo! Y como llama a la reflexión...Ojalá aprendiéramos a enfrentar la vida con más serenidad y auto control. Es hora de pensar en cómo lograrlo.

Anónimo dijo...

Cuesta es un largo aprendizaje diariamente tenemos q hacerlo pero no por eso debemos dejar de intentarlo