Fuente:ANSA/ LONDRES.- Ejercitar en la vejez ayuda a impedir la reducción de
masa encefálica, vinculada a enfermedades como la demencia senil, según
concluyó un equipo de científicos de la Universidad de Edimburgo, en
Escocia.
Los investigadores realizaron tomografías computadas a 683
personas mayores de 70 años y concluyeron que aquellos más activos
físicamente habían logrado detener en un período de tres años el
achicamiento del cerebro.
De acuerdo al estudio publicado en la revista Neurology, los
ejercicios físicos no deben ser tan duros para lograrse ese resultado,
sino que basta con caminar varias veces a la semana.
Los científicos indicaron además que ejercitar la mente en la
vejez con juegos como palabras cruzadas o problemas matemáticos tiene
poco impacto en el cerebro.
El estudio tampoco halló evidencia contundente sobre efectos
positivos para el cerebro de personas mayores de 70 años a partir de
actividades como jugar al ajedrez o interactuar con amigos y la familia.
Cuando los investigadores examinaron la materia blanca del
cerebro, la parte del sistema nervioso central compuesta de fibras
mielinizadas con axones, hallaron que los ancianos más activos
físicamente registraban menos áreas dañadas que aquellos que hacían poco
o ningún ejercicio físico.
El primer grupo tenía además más materia gris, la parte del cerebro relacionada con el procesamiento de la información.
Los expertos ya habían determinado en el pasado que los cerebros
humanos se reducen en tamaño con la edad, y que este achicamiento de la
masa encefálica está vinculado con una pobre memoria y una actividad de
pensamiento.
El nuevo estudio de la Universidad de Edimburgo concluyó ahora
que el ejercicio físico en personas ancianas puede ayuda a prevenir
contra enfermedades como la demencia senil, aunque aún desconocen la
razón.
Una teoría evaluada es que el ejercicio físico incrementa el
flujo sanguíneo al cerebro, llevando oxígeno y nutrientes a las
neuronas. Otra de las teorías es que a medida que se achica la masa
encefálica, la persona se vuelve menos interesada en ejercitar.
El doctor Simon Ridley, jefe de investigaciones del grupo
Alzheimer’s Research UK, afirmó que el estudio británico "vincula la
actividad física con menor cantidad de señales de envejecimiento
cerebral, sugiriendo que esto podría ser una forma de proteger nuestra
salud cognitiva".
"Aunque no podemos decir que el ejercicio es el factor causal en
este estudio, sí sabemos que ejercitar en la adultez puede reducir el
riesgo de demencia en la vejez", subrayó el experto.
"Será importante seguir estos voluntarios (de la investigación)
para ver si estos patrones estructurales están asociados con un mayor
decline cognitivo en los próximos años. Necesitamos de más
investigaciones para revelar por qué la actividad física tendría
semejante efecto beneficioso", agregó.
El profesor James Goodwin, a cargo del grupo de investigaciones
de la entidad gerontológica Age UK, la organización que financió el
estudio de la Universidad de Edimburgo, afirmó que el reporte "enfatiza
nuevamente que nunca es demasiado tarde para beneficiarse del ejercicio
físico".
"Ya sea salir a caminar para ir de compras, hacer jardinería o
competir en una carrera por diversión, es crucial que aquellos que
puedan se mantengan activos hasta la vejez", concluyó.
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