Nunca antes se había atribuido a este hongo un caso de
meningitis.
El agente infeccioso resulta increíblemente difícil de
diagnosticar y de eliminar: hacen falta al menos tres meses de un
tratamiento que puede causar alucinaciones. No hay una forma eficiente
de pronosticar la supervivencia ni de determinar cuándo conviene
suspender el tratamiento.
Los médicos tampoco cuentan con una forma exacta de dar seguimiento a quienes estarían infectados.
"No
creo que haya un antecedente de esto", dijo el doctor Arjun Srinivasan,
de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por
sus siglas en inglés). Funcionarios de salud y médicos han rastreado a
la mayoría de las 14.000 personas que estarían en riesgo de meningitis
fúngica, a la que se atribuyen 24 decesos y más de 300 infecciones.
"Definitivamente, este es un terreno nuevo para nosotros", dijo Srinivasan.
El
color marrón oscuro del hongo indica que está cubierto por una especie
de coraza. Ello, aunado al hecho de que se le inyectó cerca de la médula
espinal, ayudó a que este moho eludiera el sistema inmunológico de
gente que solía estar saludable, dijo el doctor Arturo Casadevall,
especialista en padecimientos fúngicos en el Colegio de Medicina Albert
Einstein, en Nueva York.
"Con lo que lidiamos aquí es algo
básicamente distinto" a una infección típica por hongos, dijo. "Se trata
de un agente del que la mayoría de nosotros no sabe mucho".
Pero los médicos están aprendiendo rápido, al armar un rompecabezas que brinda cierta esperanza.
En
las publicaciones médicas, los especialistas comienzan a dar detalles
de las primeras muertes por este brote, y las autopsias dejan claro que
resulta crucial una atención oportuna, antes de que el hongo prolifere.
En un caso, una mujer falleció en Maryland después de que el hongo
perforó los vasos sanguíneos de su cerebro, lo que llevó a un daño
grave.
La gente que obtiene tratamiento temprano "parece
evolucionar bien", con menos derrames cerebrales de los que
caracterizaron el comienzo del brote, dijo la doctora Carol Kauffman, de
la Universidad de Michigan, quien ha asesorado a los CDC y es coautora
de varias recomendaciones publicadas por el New England Journal of
Medicine para manejar adecuadamente la compleja medicación que se
requiere en estos casos.
La gente que recibió inyecciones de
esteroides contaminados, producidos por una farmacia en Massachusetts,
debe estar atenta durante meses, y buscar atención en caso de presentar
cualquier síntoma de meningitis, según las autoridades médicas.
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El periodista de la AP para temas médicos, Mike Stobbe, contribuyó con este despacho desde Nueva York.
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