lunes, 25 de abril de 2011

Mayores de 65 años: Cerca de un 40% con problemas para dormir.


Cerca de un 40 por ciento de las personas mayores de 65 años tiene problemas para dormir y el 32 por ciento presenta alteraciones del sueño, unos trastornos que son, a su vez, la causa de importantes complicaciones como la hipertensión, la depresión o enfermedades cardiovasculares, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

Asimismo, el 29 por ciento de estas personas se despierta durante la noche y hasta un 19 por ciento se queja de despertarse temprano. Según advierte, la entidad, esta "alta prevalencia" de alteraciones del sueño, a menudo es el resultado de la presencia de enfermedades físicas o psíquicas o el elevado uso de medicación.

"En el caso de las personas mayores, existe la creencia de que el incremento de la prevalencia de estos trastornos es normal y esperado como parte del envejecimiento y, por esto motivo, en muchas ocasiones es infratratado o incluso ignorado", critica la SEGG.

De entre los problemas relacionados con el sueño más habituales en la población mayor de 65 años destaca el insomnio, que es la falta de sueño a la hora de dormir, que afecta a entre un 10 y 20 por ciento de la población general, pero que se dispara hasta el 32 por ciento a partir de esa edad.

También es frecuente que aparezca la apnea obstructiva del sueño que se da en el 70 por ciento de los hombres y el 56 por ciento de las mujeres mayores. La edad, la obesidad y las anormalidades anatómicas que afecta a la vía aérea superior son factores de riesgo.

Esta apnea en la persona mayor puede condicionar una disminución de la calidad de vida, un mayor deterioro cognitivo y un aumento del riesgo de nicturia y enfermedades cardiovasculares.

Del mismo modo, estas personas son más propensas a sufrir síndrome de piernas inquietas, caracterizado por una sensación desagradable en las piernas que produce la necesidad irresistible de moverlas.

El resultado es una interrupción del sueño que puede dar lugar a insomnio y somnolencia diurna. La prevalencia de este trastorno aumenta con la edad, estimándose que lo padecen entre el 10 y el 20 por ciento de los mayores de 65 años.

"Las personas mayores no duermen menos, sino que duermen distinto. En ellos hay diferentes circunstancias que influyen en el sueño como los cambios de vida relacionados con la jubilación, la mayor incidencia de problemas de salud y el mayor uso de medicación", explica el geriatra miembro de la SEGG, Pedro González.

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