El insomnio puede ser clasificado de varias maneras, según su momento de aparición durante la noche, según hace cuánto lo sufra el paciente en términos de semanas o meses e incluso años, o según su tipo: puede ser agudo, psicofiosiologico o paradójico.
El insomnio se clasifica según el momento de aparición durante la noche. Se distinguen 3 tipos distintos:
• Puede ser de inicio cuando nos cuesta conciliar el sueño. Son esas noches que uno puede contar todas ovejas del mundo y sin embargo no logramos dormirnos.
• Puede ser de mantenimiento, cuando lo que nos cuesta es dormir toda la noche sin pausas. Son esas noches que uno mira el reloj cada 3 minutos creyendo que ya está por amanecer y la noche no termina.
• Por último, puede ser de finalización cuando el insomnio aparece al final de la noche. Son esas noches que pones el despertador temprano y le ganas por hora y media mínimo.
Si bien se pueden tener combinaciones de más de uno de los tipos, es frecuente que necesitemos una Polisomnografía (estudio de sueño) para poder determinar en qué grupo estamos.
Cada uno de estos tipos distintos de insomnio requiere un tratamiento distinto.
Es común que cualquiera de nosotros conozcamos varias personas que toman algún tipo de medicamento para el insomnio, en raras oportunidades estos medicamentos hayan sido recetados o indicados por un especialista.
Es frecuente escuchar "Mi primo toma una pastilla que lo hace dormir muy bien y se despierta renovado. Mi amiga toma o hace tal cosa y desde entonces duerme de maravilla."
En contra de lo que todos creemos, los tratamientos farmacológicos deben ser los últimos tratamientos en abordarse.
Existe un gran numero de tratamientos NO farmacológicos que son muy buenos y de gran utilidad, siempre y cuando sean realizados seriamente y con la supervision de un especialista.
Sobre estos se destacan los tratamientos congnitivo conductuales (TCC). Son técnicas psicoterapeuticas dirigidas a aliviar los factores primordiales causantes del insomnio en cualquiera de sus tipos o causas.
Son pautas de comportamiento que logran afirmar la calidad y duración del sueño, si bien son más tardías en lograrse, sus efectos son más duraderos que los farmacológicos y, por supuesto, muchísimo menos nocivos.
Al introducirse uno en una terapia congnitivo conductual se trabajan los siguientes aspectos:
• Control de estímulos, se trata de reducir las actividades que interfieren con el inicio del sueño.
• Técnicas de relajación, tal como asumimos del nombre, estas se focalizan en lograr una progresiva relajación para disminuir el despertar somático.
• Terapias de restricción del sueño, destinada a evitar el fraccionamiento del sueño a causa de quedarnos en la cama cuando no podemos dormir.
• Educación en higiene de sueño, son un grupo de reglas de oro de la medicina del sueño en las cuales se apunta a educar al cuerpo y la mente para que se acostumbren a dormir más y mejor.
• Componentes cognitivos de la TCC: Estos están destinados a modificar las actitudes o pensamientos negativos que puedan estar influenciando la predisposición emocional para establecer el sueño correctamente.
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