Sin embargo, un estudio efectuado en la Universidad Técnica de Clausthal, en Alemania, alertó de los peligros que supone agitar y después abrir una de las botellas del delicioso líquido, Ellos midieron la velocidad con que sale disparado el corcho y establecieron que el objeto alcanza ¡los 40 kilómetros por hora!
Por lo mismo, los científicos que realizaron el trabajo enfatizaron que quienes se encuentran cerca de una persona que va a abrir una botella de champagne que estén muy alertas, pues no alcanzarán a reaccionar si va en su dirección. Se sugiere como medida de seguridad: Mantener la botella en un ángulo de 45 grados y contener con fuerza el corcho para evitar que se desprenda con violencia.
Una solución bien chilena es sujetar la botella con la mano izquierda, colocando un par de dedos en el centro de la base, así la botella se descorcha sin peligro. Lo negativo de esta acción es que se pierde el sonido del descorche, que es una de las principales gracias de este ritual.
Adaptado de: La Cuarta Online, El MercurioOnline y de nuestra propia experiencia al respecto.
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