Es cierto que suena a mito urbano o a conspirología afiebrada. Pero ahí van a dar hasta las intraducibles palabrotas al gásfiter que dejó la llave del lavaplatos goteando.
¿Sabías que cada vez que dices por teléfono, fijo o celular, o escribes en tu mail frases como "flaite", o "ándate a la cresta", sólo por dar algunos ejemplos coloquiales, armas un enredo patagüino en la Oreja que Todo lo Escucha? De aquí en adelante, y tras leer estas líneas, seguramente serás y un poquito más considerado con Echelon 13, el sistema que intercepta todos los mensajes enviados por fax, teléfono, internet o e-mail que se generan en el planeta, los que son captados mediante estaciones de interceptación y decodificados por un mega diccionario que llega a echar humo cada vez que usamos chilenismos como los citados. El sistema realiza una rápida agrupación de palabras, permitiendo así, en pocos segundos, conocer los contenidos de todas las conversaciones de los cinco continentes.Es cierto que suena a mito urbano o a conspirología afiebrada. Pero nada menos que el Parlamento Europeo ha declarado: "No hay ninguna razón para seguir dudando de la existencia de un sistema de interceptación de las comunicaciones a nivel mundial en el que participan los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda". Ahí van a dar hasta las intraducibles palabrotas al gásfiter que dejó la llave del lavaplatos goteando. Para el Parlamento Europeo, "los posibles peligros que un sistema como Echelon encierra para la esfera privada y la economía derivan de que de que este sistema funciona en un ámbito carente casi por completo de regulación jurídica".
Echelon funciona como un "sniffer", rastreando y analizando las comunicaciones y recogiendo información en forma de paquetes de datos que se producen dentro de la red. El juguetito no es nada nuevo y se viene desarrollando como parte del convenio Ukusa, firmado en 1948 entre el Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, para reforzar la mutua cooperación nacida durante la Segunda Guerra Mundial. Su abuelo se llamó Enigma, una vetusta máquina que podía descifrar los códigos secretos alemanes. Ésta se convirtió en una estrella de tal envergadura en la interceptación de mensajes y comunicaciones alemanas, que llevó al solapado Reino Unido y a los inefables Estados Unidos a acordar un pacto para compartir sistemas y técnicas criptográficas. Del carácter básicamente militar que tuvo en sus inicios, el pacto ha derivado en abierto espionaje industrial y comercial a gran escala, en desmedro de todos aquellos que no están en la trenza. En la actualidad, el objetivo de la red es abierta y claramente la interceptación de comunicaciones privadas y económicas. Esto les permite conocer cada paso de la competencia y anticiparse a todas las empresas extranjeras a fin de lograr ventajas inimaginables. Alguien, no me pregunten cómo, ha calculado que este mega "pinchaje" le ha reportado a las empresas norteamericanas ganancias por unos siete mil millones de dólares sólo en concepto de postulaciones a contratos internacionales.
Pero Echelon no es el único. También existe Carnivore, un ultra sistema para localizar y perseguir las comunicaciones de un usuario de internet, creado por el FBI, y que captura textos de chat y grupos de discusión, las URL de las páginas que visita, y los correos electrónicos que enviamos, casi en cualquier idioma. El FBI ha defendido a su monstruito alegando que es "necesario, moderado, altamente regulado y limitado a un número reducido de sospechosos". De modo que ¡a cuidar la boquita!.
Fuente: LaNaciónDeElDomingo. Escrito por Antonio Gil.
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