Elegí esta imagen por ser el mas dulce e inolvidable
de los momentos para madre e hijo.
Es un instante sagrado y lleno de magia.
De alimentar a un ser inocente e indefenso.
De nutrirlo con leche y mucho amor.
Como solo una mujer puede hacerlo.
Sea este un humilde homenaje a quien nos dio la vida,
sacrificando sus prioridades y deseos personales
sin esperar nada a cambio.
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