Recordar el pasado y extrañar a quienes ya no están es algo que sucede con frecuencia cuando se inicia una nueva etapa. Si bien es normal darse un espacio para vivir las emociones, también es vital saber cómo desprenderse de la melancolía constante. Fuente: MARGHERITA CORDANO/EMOL.
Es probable que durante los últimos días haya dado más abrazos de lo normal, visto a más familiares que de costumbre y recibido el saludo de varias personas con las que no compartía hace tiempo.
También es posible que esas mismas reuniones y saludos hayan gatillado más de un recuerdo, desde festejos anteriores hasta la compañía de una persona que ya ha fallecido.
Y es que el fin y comienzo de un nuevo año provoca reflexiones y sentimientos de nostalgia con mayor frecuencia.
"Inevitablemente, un nuevo año trae consigo la evaluación del pasado.
"Inevitablemente, un nuevo año trae consigo la evaluación del pasado.
En ese sentido, se ve la propia vida: cómo fueron mis decisiones, mi salud y la economía. Estos tres puntos, junto con la soledad y el abandono, representan los mayores temores de la tercera edad.
De ahí que la nostalgia sea algo que se acentúa en ellos", explica Lorena Aguilar, experta en neuropsicología del Centro de Geriatría y Gerontología UC.
Además, con más años en el cuerpo, estas reflexiones tienden a asociarse con el recuerdo de otras personas.
Además, con más años en el cuerpo, estas reflexiones tienden a asociarse con el recuerdo de otras personas.
Si la salud no fue la mejor durante 2011, es probable que se haga la asociación con la imagen de una mamá que solía cuidar los resfríos y ya no está.
Si las finanzas fueron las que fallaron, puede que se acentúe el recuerdo de aquellos días en que aún se trabajaba y era más fácil comprar regalos para los nietos.
"Recordar no es malo.
"Recordar no es malo.
La nostalgia, así como todas las experiencias emocionales, son parte de la condición existencial humana. El problema es cuando todo lo que pensamos se conecta con la angustia y la aflicción", dice Marco Campos, psicólogo de la Fundación Vínculos.
De esta forma, mantener el ánimo y sobrellevar la pena se transforman en metas importantes para el año que recién comienza.
Presente proactivo
Pensar que "todo pasado fue mejor" es un concepto que no contribuye a mirar con optimismo este nuevo inicio.
"Finalmente es uno el que fija cómo vivir su vida. Al enfocarse en los aspectos positivos más que en los negativos, la idea de una existencia oscura no tiene sentido", explica Lorena Aguilar.
Presente proactivo
Pensar que "todo pasado fue mejor" es un concepto que no contribuye a mirar con optimismo este nuevo inicio.
"Finalmente es uno el que fija cómo vivir su vida. Al enfocarse en los aspectos positivos más que en los negativos, la idea de una existencia oscura no tiene sentido", explica Lorena Aguilar.
Para eso, los expertos recomiendan volcar la melancolía del pasado en acciones proactivas del presente.
Si se tiene nostalgia por aquella comida que alguna vez se cocinó con maestría, pero que hoy cuesta hacer, es una buena idea proponerse como meta enseñársela a los nietos y que sean ellos quienes mantengan la receta, por ejemplo.
En el caso de afligirse por la memoria de algún cercano que ya no está, conviene buscar a alguien con quien compartir anécdotas de la persona.
"Debe ser una compañía que sepa escuchar, que muchas veces puede no ser de la familia. Tú puedes buscar un amigo con quien desahogarte.
En el caso de afligirse por la memoria de algún cercano que ya no está, conviene buscar a alguien con quien compartir anécdotas de la persona.
"Debe ser una compañía que sepa escuchar, que muchas veces puede no ser de la familia. Tú puedes buscar un amigo con quien desahogarte.
Al hablar, es más fácil transformar el recuerdo de una persona que ya no está en algo alegre", explica Ana María Goic, especialista en duelos de la Fundación Acoger.
Otra buena idea es crear espacios para el recuerdo (poniendo fotos o elementos representativos de esa persona en algún lugar de la casa) y continuar con tradiciones que honren su memoria.
Otra buena idea es crear espacios para el recuerdo (poniendo fotos o elementos representativos de esa persona en algún lugar de la casa) y continuar con tradiciones que honren su memoria.
"Por ejemplo, para fechas importantes, mi papá nos regalaba un Kino. Hoy que ya no está, el resto de la familia sigue con la costumbre", dice Goic.
Proponerse un paseo diario al día, hacerse parte de un grupo y tomar la iniciativa de ser quien llame y reúna a la familia, son claves que también permiten despejar la mente de emociones tristes.
Proponerse un paseo diario al día, hacerse parte de un grupo y tomar la iniciativa de ser quien llame y reúna a la familia, son claves que también permiten despejar la mente de emociones tristes.
Pros y contras
Los expertos coinciden en que hacer una lista de logros y fracasos del año 2011 sirve como terapia para alejar la melancolía. "Entrega datos para saber quién he sido yo en el mundo, cuál ha sido mi punto de vista y qué cosas han dificultado mi camino.
Así es más fácil hacer un balance y un compromiso para realizar cambios y relacionarme de mejor forma con el entorno", explica el psicólogo Marco Campos. Al mismo tiempo, permite trazar metas tangibles y que conduzcan a menos frustraciones durante el año.
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