martes, 10 de enero de 2012

Insolación: Peligro latente en este ardiente Verano.

La característica típica es la temperatura corporal sobre 40° C sin padecer de una enfermedad infecciosa.

La insolación es una enfermedad causada por la exposición prolongada a altas temperaturas e ingestión limitada de líquidos o debido a una falla de los mecanismos reguladores de la temperatura en el cerebro. Esta falla de los mecanismos corporales reguladores del calor, induce una acumulación de calor en el cuerpo cuando sube la temperatura exterior.

Síntomas principales:

Debilidad, mareos, desfallecimiento, cefalea, aumento de la temperatura de la piel, ausencia de transpiración, aumento en el pulso, orina turbia y calambres musculares entre otros.


Los factores de riesgo están asociados principalmente a edades extremas, altas temperaturas ambientales como sucede en la actualidad con el verano y excesiva humedad, trabajos al aire libre y expuestos al sol en zonas calurosas sin protección adecuada.

“Los adultos mayores, lactantes y niños pequeños son más propensos a padecer insolación como también las personas obesas, alcohólicos y deportistas de alto rendimiento”.

Diagnóstico y tratamiento


El diagnóstico de la insolación se realiza principalmente con examen físico por un médico y antecedentes en la historia clínica.

“Se puede requerir la toma de exámenes de sangre y orina con el fin de evaluar nivel de deshidratación asociada a los cambios físicos en la piel”.


En tanto, el tratamiento se basa en disminuir la temperatura corporal, evitar deshidratación y reducir posibilidad de complicaciones como fallas orgánicas o daño cerebral, detalla la profesional.

En casos graves se debe hospitalizar a la persona para disminuir su temperatura, reponer la pérdida de fluidos y controlar exámenes además de realizar cuidados en la piel que puede estar afectada.


En caso de estar frente a una persona con claros síntomas de insolación, se debe procurar mantener a la persona acostada en un lugar fresco y levántele los pies unos 30 centímetros de altura.

“Dentro de sus posibilidades, aplicar compresas húmedas o agua fresca directamente sobre la piel de la persona y utilizar algún sistema de ventilación para bajarle la temperatura corporal.

Colocar compresas frías en el cuello de la persona afectada, la ingle y las axilas”.


Si la persona está despierta, ofrecer bebidas hidratantes, para tomar en sorbos o agua fresca si no hay disponibilidad de bebidas hidratantes.

Dar sorbos cada 15 minutos a tolerancia.


La insolación se puede evitar de manera muy simple:

En lo posible siempre llevar ropa ligera y holgada durante el tiempo de verano o en zonas de altas temperaturas.

“Si existe la sensación de calor se debe aumentar las condiciones de ventilación en el lugar donde se encuentra, alejarse de la radiación solar directa, para facilitar la evaporación del sudor”.

La persona debe beber abundante líquido antes, durante y después de actividad física, aplicar cremas de protección solar, sobre todo si se está expuesto al aire libre en zonas calurosas y húmedas. Fuente:LaSegundaOnline.

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