Información aparecida en el diario "Las últimas noticias" de hoy:
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| No quisieramos volver a ver estas notas. |
Sabemos que se hizo un gran esfuerzo humano y económico para
dar un rostro mas agradable a nuestra Avenida Matta.
Más, la barbarie organizada volvió a emporcar esa iniciativa.
Sabemos que las paredes pintarrajeadas son un imán para la delincuencia, la cual aumenta en torno a ellas.
Nos viene a la mente cuando en el lejano Oeste, los delincuentes eran untados con brea y se les cubría de plumas. Y se les paseaba por los pueblos y ciudades, montados en un asno. Para su escarnio y para el deleite y burla de los habitantes.
Si aquí se hiciese una ley al respecto, es posible que las cosas cambiarían.
Con un par de días de exhibición pública de los grafiteros y una multa sabrosa. Mas el castigo de salir a reparar las paredes rayadas, con cargo a su propio peculio o, con el dinero de sus padres, en caso de ser menores de edad, estos malhechores deberían dejar una ciudad impecable y acogedora.
Sería interesante considerar que también existen grafiteros que pueden llegar a ser artistas de calidad. Y que si el gobierno gasta dinero, tiempo y otros recursos para limpiar y repintar murallas, también podría separar de lo que es cizaña y basura, a quienes tienen reales condiciones para hacerlo bien.
Creando cátedras de estudio y práctica del graffiti.
Dando espacios en los pueblos y ciudades del país para el desarrollo de esta actividad.
Igual como seguimos soportando algunos festivales de la canción, que a estas alturas nadie echaría de menos, podría hacerse un concurso anual de Grafitti. A nivel nacional e internacional.
Y los jóvenes podrían aprender a expresarse, no con jeroglíficos que ni ellos entienden, con un trabajo que requiere conceptos mas avanzados para comprender el Arte verdadero y plasmarlo como una expresión de belleza urbana y no de basurear el espacio en que vivimos.
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