jueves, 27 de agosto de 2015

Humos de incienso y pipas de agua para fumar tabaco: Peores que el cigarrillo.



La página web de la organización española de consumidores OCU enumera las diferentes sustancias que emite la quema de incienso, y que no tienen nada de inocentes. A saber: benceno (tóxico y potencialmente cancerígeno); partículas finas (que una vez inhaladas se quedan para siempre en tus pulmones, ya que son difíciles de eliminar); y por último, formaldehído (otro tóxico potencialmente cancerígeno).


Sobre el benzeno, la OCU asegura que un cono de incienso es capaz de producir 490 microgramos por metro cúbico de esta sustancia, por los 60 microgramos que emite un cigarrillo encendido. 

En un lugar en el que no se fume, el número de partículas finas que hay en el ambiente no supera los 30 microgramos por metro cúbico. sin embargo, algunas barritas de incienso producen hasta 3.000 microgramos de partículas por metro cuadrado cuando son encendidas. 

Y respecto al formaldeído, el límite ideal según la organización de consumidores es de 10 microgramos por metro cúbico, muy lejos de los 200 que superan algunos aceites aromáticos. 

Toda esta información contradice la creencia popular de que los inciensos limpian los ambientes, y por eso mucha gente los utiliza para enmascarar el olor a tabaco. Pero lejos de echar los malos olores, lo único que hacen es sustituirlos. Y además, dañando de forma potencial nuestra salud.


La pipa de agua, un 'juguete' nada inocente

Respecto a la pipa, la situación es incluso peor. Aquellos que estén una hora dándole a este a hábito estará sometiendo a su cuerpo a un maltrato que equivale a fumarse 100 cigarrillos. Sí, cinco paquetes de tabaco en una hora, cifra que ni el fumador más empedernido jamás habrá alcanzado. 

La pipa de agua y  para fumar  tabaco puede provocar enfermedades como el cáncer, problemas cardíacos o trastornos cerebrovasculares. 

Un informe de la Organización Mundial de la Salud realizado en 2005reveló  que los fumadores de pipa de agua suelen inhalar humo entre 50 y 200 veces cada hora, mientras que los que fuman cigarrillos se los terminan en apenas 8 chupadas. De esta forma calcularon que los fumadores del primer grupo llegaban a inhalar el humo de unos 100 cigarrillos (o más) en 60 minutos. 



Quizás, lo peor de todo es que muy pocas personas son conscientes del peligro de las pipas . No es raro ver a jóvenes dando chupadas a este aparato, pensando que el humo que está inhalando es apenas vapor de agua con sabor a tabaco. 

Así lo demostró un trabajo científico publicado en la revista Health Education & Behavior, que entrevistó a 2.871 fumadores y no fumadores, de los que el 25% aseguró que las cachimbas son menos dañinas para la salud que los cigarrillos.  Pero no es así: el tabaco mata, sea inhalado en cigarrillos o en cachimba. 
Fuente:WTB
Algunos ambientadores de quemar, aceites e inciensos para perfumar o aromatizar estancias y salas son tan nocivos como el tabaco.
 Esta es la principal conclusión de un análisis que ha elaborado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre 22 productos de este tipo, de uso doméstico, que para difundir el aroma necesitan calor de manera directa o indirecta (velas perfumadas, aceites de quemar e inciensos). La OCU prentendía comprobar qué tipo de sustancias emiten al aire que se respira estos preparados. Y los resultados no son nada buenos: muchos ambientadores empeoran la calidad del aire. La prueba se realizó de forma coordinada con las organizaciones de consumidores en Bélgica, Italia y Portugal.

Los ambientadores analizados se asocian al bienestar y la relajación, y, cada vez son más utilizados en los hogares. Pero no producen efectos beneficios. Por el contrario, algunos de estos productos emiten niveles excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas y contaminantes.
El análisis afirmar que algunos de estos productos empeoran la calidad de ambiente, haciéndola incluso comparable, en términos de toxicidad y riesgos para la salud, al ambiente de una sala de fumadores muy cargada.
De los ambientadores analizados, OCU sólo aprueba las velas.Aceites e inciensos suspenden por emitir demasiadas partículas finas respirables, compuestos orgánicos volátiles, sustancias alergénicas y compuestos especialmente dañinos como el benceno y el formaldehído. 
A la Organización le llama especialmente la atención la alta emisión de benceno en los conos de Satya Sai Baba. Estos emiten 490 microgramos de benceno por metro cúbico, frente a los 60 de un cigarrillo. Las varitas de la misma marca dispersan más de 3.000 microgramos de partículas finas por metro cúbico. Y el aceite limón de La Casa de los Aromas multiplica por 125 el límite recomendado de compuestos volátiles.
Por ello, OCU y las organizaciones belga, italiana y portuguesa han presentado los resultados a la Comisión Europea reclamando una legislación que fije un límite de emisiones y obligue a mostrar en el etiquetado las condiciones de uso y riesgos que pueden suponer estos productos para la salud. Del mismo modo, piden que se controle los aceites e inciensos en el mercado y se retiren aquellos con un nivel de emisiones muy elevado.
Estas son las marcas peor paradas en el análisis de la OCU:
—Aceites de quemar: Aromilandia (Esencia de quemar Mandarina), Gato Preto (Lemon Grass), La Casa de los Aromas (Aceite Ambientador), Radhe Shyam (Esencia de Limón).
—Inciensos: Auroshikha (Incienso de Vainilla), Gato Preto (Café Ole Variety Pack), Stya Sai Baba Nag Champa (Agarbatti y Dhoop Cones) y Scented Garden (Incense Musk).

Los niños de hogares donde se quema incienso regularmente corren más riesgo de desarrollar asma, según un estudio taiwanés que sugiere además que también estaría involucrada una variación genética .
Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán en Taipei, halló que de casi 3.800 niños, el 3% tenía asma actualmente y más del 5% presentaba sibilancias (sonido que hace el aire al pasar por las vías respiratorias congestionadas) durante la actividad física.
Los chicos cuyos padres quemaban incienso eran un 36% más propensos a tener asma actualmente, y el 64 % era más proclive a tener sibilancias cuando ejercitaba, señalaron los resultados publicados en European Respiratory Journal.
De los niños, el 48% no portaba copias de una variación genética conocida como Glutatión S-transferasa theta (GSTT1), que ayuda a regular a una familia de enzimas que protegen a las células del cuerpo del daño oxidativo, incluido el causado por el humo de cigarrillo y otros químicos tóxicos.
Las personas sin esta variación tienen más riesgo de alergias y asma. “La quema de incienso es un factor de riesgo para el asma y las sibilancias, especialmente en los niños genéticamente susceptibles”.
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Recomendaciones para perfumar de forma sana una estancia:

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