domingo, 19 de junio de 2011
Desverguenza delictual. ¿Donde está la falla?
Leo algunas informaciones de ayer:
1) En el Sur de Chile, 60 encapuchados disparan por mas de dos horas contra propietarios de un fundo que estaban protegidos por dos carabineros. No hay detenidos.
2) El contínuo robo de cajeros automáticos se debe a la gran rentabilidad de estos y a que las sanciones son muy bajas.
3) Detienen a militares bolivianos que de uniforme y fuertemente armados asaltaban a conductores, en territorio chileno, y les robaban sus vehículos.
Se les libera por cuanto las penalidades son muy bajas. Sólo se le retienen las armas.
Me pregunto: ¿Por qué no se aumentan las penalidades? ¡Y se hacen cumplir a cabalidad!
Que no sea lo que vi en un programa de TV: Un cuentero que engaña a las personas mediante un juego de azar, es llevado preso. Se le aplica una multa ridículamente baja y, en el propio tribunal, un funcionario le dice que "si la paga al contado, tendrá un 25% de descuento". El cuentero ¡Felíz!
Ante tantas facilidades, declara en el programa que lo denunció "Que mientras haya incautos el va a seguir haciendo lo mismo". Según se contaba en la TV lleva varios lustros viviendo con esas artimañas.
¿No hay leyes que van aumentando las penas conforme se reincide en un delito?
Vemos que la mano blanda está mas vigente que nunca y que la famosa mano dura se desvaneció poco despues que fuera anunciada con bombos y platillos.
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