Desde 2011, el Ministerio de Energía ha decretado acortar el horario de invierno para aprovechar de mejor manera la luz natural y este año no será la excepción... Así es como mañana, justo cuando se cumpla la medianoche, los relojes deberán retrasarse una hora, para marcar las 23.00.
Esta decisión tiene beneficios en términos energéticos.
El déficit energético o la potencial falla de una central de suministro eléctrico que abastezca a la Región Metropolitana, se compensa con la medida preventiva de ahorrar energía, lo cual se logra al extender el horario de verano y acortar el de invierno.
En este caso, significó prolongar el horario vigente desde el 9 de marzo, fecha en que habría correspondido el cambio de régimen, hasta este sábado 27.
La principal razón para impulsar esta medida es que “el país se encuentra en el cuarto año de sequía y está dentro del 8% de las hidrologías más secas de la historia”.
Dispositivos electrónicos
Como se recordará, el pasado sábado 9 de marzo, computadores, celulares, notebook y tablet se activaron con el horario de invierno, generándose confusiones por varios días.
Al postergar el inicio del régimen de invierno en Chile hasta esta mañana, esos equipos no se actualizarán ahora que efectivamente habrá un cambio de horario en el país.
Felipe Ovalle, director del sitio especializado en tecnología www.ohmygeek.net, explica que “el teléfono, las tabletas y los computadores tenían originalmente la zona horaria puesta como correspondía con el cambio en marzo, porque esa es la regla a nivel mundial.
Pero como se extendió el horario de verano había que burlar el dispositivo electrónico y cambiar la zona horaria a una que no correspondía para Chile, que era GMT-3. Mañana, entonces, habrá que cambiar manualmente la zona horaria a GMT-4 Santiago de Chile”.
Efectos en la salud
Con el cambio de horario, el cuerpo también debe adaptar su reloj biológico rápidamente.
Según el médico Walter Avdaloff, psiquiatra y neurólogo especialista en medicina del sueño, la variación horaria podría provocar diversos efectos en los hábitos de sueño de las personas.
“Habrá un período en el cual se dormirá un poco más, lo que producirá somnolencia en las mañanas y dificultad para quedarse dormido en las noches”.
Además, puede generar mayor irritabilidad, dificultades de concentración y de memoria y síntomas de decaimiento y fatiga.
Destaca que los más perjudicados por el nuevo horario son quienes dependen de terceros: los adultos mayores y los niños, especialmente los lactantes.
“Tomando en cuenta los horarios biológicos, habrá un período en el cual la alimentación estará en un horario que será una hora adelantada y no querrán comer.
Lo mismo sucederá con los horarios de sueño. Cuando tengan que levantarse sentirán más sueño que lo que tendrían que haber tenido”, explica el especialista.
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