miércoles, 28 de septiembre de 2011


Hace más de 50 años se implantó el primer marcapasos. Pesaba más de 50 kilos y se alimentaba con una batería de automóvil.
Antes de su muerte, el mismo creador del primer prototipo, dejó el diseño de un marcapasos del tamaño de un tercio de un grano de arroz. Se alimenta con la energía del propio corazón y puede ser implantado mediante una cirugía ambulatoria.
Y aun precio mucho más accesible que los actuales equipos.

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