Cuando la vista se ve afectada por cataratas el cristalino se vuelve opaco y el ojo ve borroso. Y este 'simple' hecho es la causa de más de la mitad de la ceguera de la población mundial que la sufre. En los países desarrollados la reacción general ante las cataratas suele ser esta: 'No hay problema, me opero cuando llegue el momento' pero, ¿qué hay de los países más pobres con sistemas sanitarios deficientes donde esta operación no es posible ni un para un mínimo porcentaje de su población?
Es ahí donde entra en juego un descubrimiento que puede cambiarlo todo; unos científicos han desarrollado unas gotas oculares que han sido probadas en perros que tienen cataratas y que han demostrado que pueden reducirlas. Si tuvieran el mismo efecto en humanos y se pudieran producir en grandes cantidades y a un bajo precio, estaríamos delante de un gran avance en el tratamiento de este trastorno ocular y en la igualdad al acceso de tratamientos médicos.
Un equipo de investigadores estadounidenses ha creado unas gotas que pueden hacer disminuir las cataratas, sin necesidad de cirugía. |
El responsable de estas gotas que pueden cambiarlo todo en lo que a cataratas se refiere es el profesor Kang Zhang, de la Universidad de California San Diego. Él y su equipo han partido del hecho de que, aunque la mayoría de estas nebulosas que vuelven opaco al cristalino están relacionadas con la edad, también las hay que son resultado de defectos genéticos.
Y ahí es donde radica su investigación y los sujetos elegidos para ella: dos familias con hijos nacidos con cataratas congénitas. Zhang y su equipo han descubierto que hay una relación directa entre ellas y una mutación del gen que produce una diminuta molécula llamada lanosterol. Cuando hay una producción adecuada de lanosterol, menos probabilidades de cataratas.Cuando no la hay, la neblina sobre el cristalino suele aparecer.
Los investigadores fabricaron gotas con lanosterol y las probaron primero con conejos y luego con perros. |
Seis días de gotas en los ojos de los primeros demostraron que había una reducción de las cataratas. Otros seis días en los ojos de los perros (con gotas aplicadas dos veces por jornada) lo volvieron a demostrar.
El estudio del profesor Zhang solo duró unos pocos meses, así que lo más probable es que las cataratas hayan vuelto a crecer. Pero lo importante es que él cree que estas gotas pueden jugar un papel importantísimo en la prevención de este defecto en los ojos que suele terminar en ceguera cuando no se trata. La comunidad científica alaba el paso dado por Zhang pero matiza que, en el caso de que estas gotas tengan el efecto que Zhang asegura, no reemplazarían a la cirugía pero sí que serían muy útiles en muchas partes del planeta.
El profesor de la Universidad de California San Diego tiene muy claro el siguiente objetivo: crear un medicamento que pueda ser usado en todo el mundo.
Fuente:YahooNoticias.WTB
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