Educación: Recuerdos. Y la charla de un estudiante genio a los 14 años.

Recordando  mis días de estudiante en Liceos de provincia.

Tuve la suerte de ser educado "a la antigüa":

En doble jornada. Con maestros y maestras que respetábamos y

que nos entregaban las herramientas básicas para seguir avanzando por los caminos de la vida.

 Aprendíamos cosas tan "raras" como Educación Cívica, Inglés, Francés. Historia del mundo. Botánica, Zoología, Caligrafía, Comercio y Mercado, etc.

Y, para mostrar otras opciones a aquellos que no pudiendo pensar en estudios superiores, Reparación de radios, taquigrafía sistema Pitman, etc.

Nos daban tareas para las vacaciones. Muchas veces esas eran mas bien nominales. Había que dejar de lado las esperanzas de diversión para poder lograr buenas calificaciones al regresar a clases.

Veo como están las cosas hoy en día:

Los jóvenes en paros, tomas, manifestaciones no siempre pacíficas. Sin  respeto por los bienes de los colegios cuando los ocupan. Y con menos respeto por los bienes de uso público.

No se dan cuenta que el tiempo se les va pasando y que no les será posible recuperar los días, semanas y meses perdidos.

Muchos tendrán que dejar de estudiar porque sus padres no pueden seguir manteniendo a esta generación de jóvenes "Ni ni":

Que "ni" estudia "ni" trabaja.

Y, si buscan trabajar, los puestos que puedan obtener serán del nivel adecuado a personas que carecen de una cultura básica y de una mínima experiencia laboral.

Esperando vengan días mejores, les dejo con la entretenida charla de un joven de solo 14 años ,  Jacob Barnett.

El fue diagnosticado con autismo grave con apenas 2 años y los expertos dijeron que tal vez nunca podría leer o atarse los zapatos. 

A sus 14 años, el joven Barnett estudia un doctorado en física cuántica.

La mente brillante de este niño prodigio de Indiana, Estados Unidos, estuvo a punto de perderse en una enfermedad a la que a menudo los padres no saben cómo hacer frente.

Desde que fue diagnosticado, Jacob Barnett -Jake, para los amigos- no volvió a hablar.

Fueron largas las horas que pasaba Jacob en casa rodeado de expertos en educación especial que le guiaban en una suerte de terapia interminable con estrictos ejercicios, centrados en desarrollar sus habilidades más básicas, para sacar al niño de lo que se creía era una enfermedad que le marcaría toda la vida.

"Cuando Jacob volvió a hablar, lo hizo en cuatro idiomas", aseguró su madre, Kristine Barnett en una entrevista con la BBC.

Entonces, Barnett ya se había dado cuenta del talento especial de su hijo.

Una vez superó la barrera del habla a los 4 años, Jacob comenzó un sobresaliente aprendizaje que lo llevaría a la Universidad con apenas 11 años.

Un año después ya recibía un sueldo como investigador de física cuántica y ayudaba a alumnos de la Universidad en sus trabajos como "profesor adjunto".

Ahora, a sus 14 años, este estudiante de la Universidad de Indiana está cursando un doctorado en física cuántica "de la mano de su tutor", como concreta el joven a la BBC.

Los expertos aseguran que Jacob Barnett, quien quiere dedicar su vida a la Física, tiene un coeficiente intelectual superior al de Albert Einstein y lo señalan como posible futuro ganador del premio Nobel por su teoría original sobre astrofísica, que desarrolló con 12 años, una edad en la que los intereses de un joven están siempre fuera de las aulas.