Las micros antiguas contaminaban, realizaban carreras para conseguir
pasajeros, o bien carreteaban cuando el público era escaso. etc. etc.
Sin embargo: Circulaban día y noche.
En los días calurosos, tenían cortinas para proteger del sol a sus pasajeros.
Había servicios que eran casi de lujo: La locomoción municipal de Maipú, por ejemplo.
El Estado aportaba los grandes buses Mitsubishi.
Los empresarios privados invertían en liebres y micros.
Recuerdo la línea 78 Canal San Carlos, con un sus letreros que invitaban a viajar gratis a los mayores de 70 años.
Casi no había evasión de pago: Si uno subía por la puerta trasera enviaba el importe. Y se le regresaba el vuelto junto con el pasaje.
Y,si alguien no tenía mucho dinero, no le fallaba el "¡Me lleva por cincuenta?".
El chofer abría la puerta y el resto de los pasajeros hacía la vista gorda.
Y su negocio se financiaba. ¡Sin tener que pedir como ahora cientos de
millones de dólares de subsidio estatal!
No hay comentarios:
Publicar un comentario