La mayoría de las veces la lumbalgia suele mejorarse si te mantienes activo. Debes evitar posiciones y actividades que aumenten o causen dolor de espalda. Un buen tratamiento médico deportivo, te puede ayudar a mantenerte lo más activo posible.
Para los especialistas, el reposo está contraindicado ya que además de prolongar el estado lumbálgico, debilita y atrofia tu musculatura de la espalda.
Por esta razón, lo restringen a 3 días como máximo (si es absolutamente necesario). Lo que si recomiendan, es mantener el mayor grado de actividad física que te permita el dolor (incluyendo tu trabajo, si te es posible), evitando movimientos bruscos que puedan agravar el problema.
Muchos deben asumir la lumbalgia como un gaje del oficio por el que han de ser tratados cada cierto tiempo. No obstante, la prevención juega un papel muy importante en estos casos, ya que te permitirá mejorar tu rendimiento.
Existen estudios que demuestran que el ejercicio adecuado y bien administrado, no incrementa el riesgo de padecer dolor de espalda baja en la población asintomática. Por lo tanto, la prescripción del ejercicio físico como prevención (en deportistas y no deportistas), debería ser segura e incluso beneficiosa.
Para muchos especialistas, el ejercicio no sólo te puede ayudar a reducir la lumbalgia, sino que también podría ayudarte a recuperar más rápido y a evitar que te vuelvas a lesionar, reduciendo así el riesgo de discapacidad a causa del dolor de espalda.
Los ejercicios para reducir la lumbalgia son realmente sencillos, se pueden realizar en cualquier sitio y sin ningún equipo especial. Entre los que se recomiendan para reducir y prevenir la lumbalgia, se incluyen:
• Ejercicios aeróbicos de intensidad moderada.- Mantienen acondicionado el corazón y los músculos además de acelerar la recuperación (natación, caminata, senderismo, etc.)
• Ejercicios de fuerza.- Debes centrarte en músculos de tu espalda, abdomen, glúteos y piernas (ejercicios con tu propio peso, ejercicios dentro del agua, con maquinas de peso integrado, etc.)
• Estiramientos.- Ideales para mantener tus músculos, ligamentos y articulaciones menos propensos a sufrir lesiones. (stretching, pilates, yoga, etc.)
Por ultimo, la realización de tu ejercicio físico más las buenas posturas en el manejo de pesos (sentado, de pie y acostado), el buen hábito de estirarse antes de hacer un esfuerzo , así como el uso del calzado adecuado, son las mejores prácticas que puedes aplicar en tu día a día para prevenir y mejorar la lumbalgia.
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