Expertos demuestran que mal tiene una base infecciosa como una de sus posibles causas. Por: Cecilia Yáñez. Diario "LaTerceraOnline".Miércoles 5. Octubre 2011.
Si la proteína logra ingresar a un organismo sano (animal o humano), por ejemplo, a través de una transfusión sanguínea, un trasplante o incluso al ingerir un alimento, "infecta" a otras proteínas, del mismo modo que lo podría hacer un virus o una bacteria.
Al final, y después de varios años e incluso décadas, estas proteínas "enfermas y contagiadas" terminan en el cerebro, provocando un daño neurológico. Ocurre, por ejemplo, en el mal de las "vacas locas", donde esta proteína patógena puede contagiarse entre animales, del animal al hombre o en algunas raras ocasiones, entre personas.
Hace varios años, Claudio Soto, un científico chileno de la U. de Texas (EE.UU.), estudia enfermedades neurológicas como el alzheimer y la variante humana del mal de las "vacas locas". Junto a otros investigadores chilenos y uno español, demostraron mediante un estudio en ratones que el alzheimer también podría transmitirse o "contagiarse" bajo este mismo procedimiento, una prueba científica que otorga más evidencia para quienes sostienen que este trastorno neurodegenerativo puede tener una base infecciosa como una de sus causas.
Para demostrar su teoría, los investigadores tomaron muestras de un cerebro con alzheimer de un individuo humano ya fallecido e inyectaron el tejido enfermo en el cerebro de ratones sanos. Un año después, los animales mostraron los primeros síntomas de alzheimer. Al microscopio, los investigadores corroboraron la presencia de la enfermedad en el cerebro.
La proteína que provoca el alzheimer se replicó incluso en zonas alejadas del lugar en que se inyectó, demostrando que ésta puede "infectar" un cerebro sano.
Según explica Soto a La Tercera, bajo ciertas condiciones de laboratorio, el alzheimer pudo ser transmitido como una infección. "Creemos que un gran o pequeño porcentaje -no lo sabemos- de los casos no genéticos de alzheimer podrían ser originados por un prion, es decir, que la persona pudo haber estado expuesta a la proteína anormal responsable del alzheimer y años después gatillar el proceso de la enfermedad", señala.
"Si se logra confirmar que el alzheimer tiene un origen infeccioso, se podría determinar la vía de contagio y prevenir, tal como se hizo en Inglaterra con el mal de las 'vacas locas'", dice, mientras paralelamente busca los mecanismos de transmisión de esta proteína.
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