Trascribo textualmente parte de la página editorial de "La Tercera" de hoy:
"La altísima sobrepoblación en las cárceles chilenas es un hecho indesmentible. Distintos estudios la fijan entre 55% y 70%.
El hacinamiento genera una serie de efectos indeseables: promiscuidad, inseguridad, pésimas condiciones sanitarias, gravísimos brotes de indisciplina, convivencia entre delincuentes de alta peligrosidad y reos primerizos, imposibilidad de rehabilitación.
A estos problemas se suman otros, dentro de los cuales quizás el más importante sea la falta de dotación de Gendarmería, que hace aún más difícil un adecuado control del régimen carcelario. El conjunto de estas realidades convierte a los recintos penales chilenos en violentas escuelas del crimen, cuyos internos sobreviven en condiciones aberrantes y donde impera la ley del más fuerte. En tales circunstancias, los delincuentes sufren, en la práctica, una doble condena: la privación de libertad fijada por el tribunal, de la que son merecedores por haber quebrantado la ley, y las indignas condiciones a las que se ven expuestos debido a la situación descrita".
"La altísima sobrepoblación en las cárceles chilenas es un hecho indesmentible. Distintos estudios la fijan entre 55% y 70%.
El hacinamiento genera una serie de efectos indeseables: promiscuidad, inseguridad, pésimas condiciones sanitarias, gravísimos brotes de indisciplina, convivencia entre delincuentes de alta peligrosidad y reos primerizos, imposibilidad de rehabilitación.
A estos problemas se suman otros, dentro de los cuales quizás el más importante sea la falta de dotación de Gendarmería, que hace aún más difícil un adecuado control del régimen carcelario. El conjunto de estas realidades convierte a los recintos penales chilenos en violentas escuelas del crimen, cuyos internos sobreviven en condiciones aberrantes y donde impera la ley del más fuerte. En tales circunstancias, los delincuentes sufren, en la práctica, una doble condena: la privación de libertad fijada por el tribunal, de la que son merecedores por haber quebrantado la ley, y las indignas condiciones a las que se ven expuestos debido a la situación descrita".
Por otra parte, en titulares de "El Mercurio" se puede leer que el costo mensual de la mantención de un reo puede llegar a los $400.000.-Si ese monto se invirtiera en la educación de los niños se abrirían puertas que alejarían a muchísimos jovenes de buscar oportunidades de ser alguien mediante el sórdido camino de la delincuencia.
Esa cantidad de $400.000 mensuales por cada reo que no lograr darle una mínima calidad de vida a miles de presidiarios, sobrepasan con creces a muchas pensiones miserables que reciben miles de pensionados en nuestro país.
Si los presos están en tan malas condiciones ¿Como estarán los pensionados que deben intentar subsistir mes a mes con ingresos miserables?
Lo terrible es que son seres que después de una vida de esforzado trabajo quedan entregados a la mas triste de las suertes: Un sistema de salud ineficiente, a medios de transportes mal diseñados, a pueblos o ciudades que no son amigables con los adultos mayores.
¿Cuando se preocuparán por los derechos humanos de la Tercer Edad?
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