viernes, 5 de marzo de 2010

Como enfrentar la muerte o la pérdida de algún bien querido a una niña o un niño.

El país se ha visto impactado por la pérdida de vidas y pertenencias debido al terremoto. El soporte emocional que padres, madres, profesionales o cuidadores puedan ofrecer a los niños(as) para ayudar a enfrentar la pérdida y facilitar el proceso de recuperación es muy importante.



Es vital comprender que una pérdida no es sólo de un pariente cercano, sino que muchos niños(as) han perdido sus casas, sus escuelas, el barrio donde vivían, incluso sus juguetes y sus mascotas. Todos estos eventos conllevan un duelo que debe ser apoyado.

Aquí algunas sugerencias para los adultos:


La conversación con los niños(as) acerca de una pérdida o la muerte debe considerar su nivel de desarrollo, edad, respetar su cultura y respetar su manera particular de entender la situación.


Los niños(as) están atentos a las reacciones emocionales de otros adultos, a cómo ellos actúan y manejan la situación, imitándolos. ^

Al momento de hablar con un niño(a):

Mantenga la calma y la tranquilidad.


Háblele de manera sencilla y sin rodeos, pero con un lenguaje que pueda entender.


No lo presione, permita que el niño(a) le guíe en sus necesidades de información y clarificación.


Responda a las preguntas que realice y al ritmo que el o ella establezca. No lo agobie con explicaciones complejas.


Dígale que es normal que sienta tristeza, pena, o que extrañe y desee ver al ser querido que ha muerto.


No obligue a un niño(a) asustado a ir a un velorio, funeral o ver al ser querido fallecido.


Facilite un vínculo espiritual en el tiempo, honrando a la persona de alguna manera, evocando su recuerdo o rezando, si es que son creyentes.


Facilite la expresión de las emociones, dándole a entender que si lo desea puede recordar en todo momento al ser querido. Puede ser útil el escribir una carta o el hacer un dibujo para la persona querida que ha fallecido.

  Tenga en cuenta que las guaguas también sienten la pérdida y lo que los adultos puedan transmitirles de sus propias emociones. Por ello, ponga especial atención en brindar un apoyo seguro.
  Antes de los 5 años los niños y niñas no tienen claridad de que la muerte es irreversible y que todos debemos morir en algún momento, por esto los niños(as) muchas veces piensan que la persona fallecida sigue viva, y que va a volver en algún momento.

 En la medida en que un adulto acompañe al niño(a), ya sea respondiendo las preguntas que pueda tener sobre la muerte así como conteniéndolo, podrá incorporar la experiencia de la muerte como un elemento que es parte de la vida, y no como un terror sin nombre que pudiera desorganizarlo.
Fuente:BoletínChileCreceContigo.

Otra nota sobre el tema en: http://ricardoaliaga.bligoo.com/content/view/735159/Reacciones-de-los-ninos-ante-la-perdida-de-algun-ser-querido.html#content-top
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