El domingo 8 de mayo se vivió una situación nunca
antes vista en Alemania.
En una jornada especialmente soleada y ventosa, las plantas en energía
solar, eólica, de biomasa e hidroeléctricas aportaron 55 gigavatios de los 63
que se consumen en el país.
Ese 87 % del total, originado de
energías renovables, hizo que los precios de este
bien primario fueran durante horas negativos.
Es decir, que los consumidores
cobraron por consumir electricidad.
El sistema eléctrico alemán fija sus precios en función de la producción y de la demanda en directo.
El sistema eléctrico alemán fija sus precios en función de la producción y de la demanda en directo.
La electricidad más cara es la que proviene de las
centrales termoeléctricas, que usan carbón o gas.
La red eléctrica prima a las renovables no con
dinero sino con un acceso preferencial: Si
un parque eólico aporta electricidad, ésta se consume antes que la producida en
otras fuentes no renovables.
Además, los consumidores se
benefician porque es más barata.
Según informa la página Quartz citando al think tank Agora Energiewende, el año pasado las energías renovables aportaron
el 33% de la electricidad producida en el país.
El
plan de Angela Merkel, denominado Energiewende (que se puede traducir Revolución
Energética) y aprobado en 2010, tiene como objetivo que en 2035 que tanto su
energía eólica como la solar supongan el 60% del total de fuentes renovables.
FUENTE:
https://es.finance.yahoo.com/noticias
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