Inmediatamente la frota y, como es lo usual, sale un Genio.
La mujer mira al Genio y le pide su deseo:
.- Quiero que mi marido me mire solo a mí.
.- Que Yo sea la única.
.- Que desayune, coma y duerma siempre a mi lado.
.- Que cuando se levante sea lo primero que agarre.
.- Que no me deje ni para ir al baño.
.- Que viaje siempre conmigo.
.- Que me cuide, me contemple.
.- Que si me pierdo un segundo, se desespere, y me
diga la falta que le hago.
.- Que nunca me deje sola y me lleve a todas partes
con él....
Y ... dicho y hecho...
¡¡¡ La convirtió en
un teléfono móvil !!!
1 comentario:
¡Qué bueno está este cuento! Como yo no tengo teléfono móvil, no se me ocurrió que ese sería el desenlace. Pensé que la mujer era una idiota, que no tenía vida propia y que más le valía convertirse en un parche curita o algo así. Pero tienes razón, el teléfono es la prótesis que todos llevan en la oreja.
Publicar un comentario