Por FRANKLIN BRICEÑO | Associated Press/ Los nueve mineros atrapados desde el jueves en un socavón podrían ser rescatados en dos o tres días, dijo el primer ministro Oscar Valdes después de hablar con ellos en una visita al lugar de emergencia situado a gran altura al sur de Lima.
La situación de los mineros atrapados ha puesto en evidencia la improvisación en rescates de este tipo en el Perú, uno de los más grandes exportadores de minerales a nivel mundial.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, pidió ayuda a mineras privadas para liberar a los nueve hombres de la mina informal de cobre Cabeza de Negro, ubicada entre los cerros del caserío de Quilque, a 1.347 metros de altitud y a 282 kilómetros al sur de Lima.
"Hacemos una invocación para pedirle ayuda a mineras que tienen experiencia en armado de cuadros, necesitamos que vengan rescatistas y gente que sepa hacer limpiezas de derrumbes", dijo Merino a periodistas desde la boca del socavón.
José de Echave, experto en temas mineros y ex vice ministro de Gestión Ambiental, dijo a The Associated Press que Perú "no tiene un equipo especializado en rescates mineros y el estado tampoco tiene estrategias para atender diversos tipos de emergencias".
Echave recordó que pese a las víctimas en accidentes mineros "poco se ha hecho en tener equipos estatales de rescate, el estado deja eso a las empresas privadas y esto es una diferencia con Chile donde ese país minero mantiene una presencia pública en el sector y donde la principal empresa minera es la estatal Codelco", la primera productora mundial de cobre.
Un trabajador de Codelco, el ingeniero André Sougarret, lideró en 2010 la operación de rescate de 33 mineros atrapados 69 días en el desierto chileno de Atacama, a cientos de metros bajo tierra.
Varias televisoras peruanas mostraron el domingo cómo los bomberos cortaban maderos para armar estructuras de contención y proteger excavaciones que se realizaban dentro del socavón en cuyo extremo final están atrapados los mineros.
El derrumbe se produjo tras una explosión ejecutada por los mineros para facilitar la extracción artesanal de cobre. La mina dejó de explotarse formalmente en la década de 1980 tras la violencia desatada en la zona por Sendero Luminoso.
Merino explicó a periodistas que ocho metros cúbicos de tierra y roca caídos recientemente en el socavón horizontal separan a los mineros atrapados de las decenas de personas que intentan rescatarlos desde el exterior.
El jefe de la policía de la zona, José Saavedra, quien estuvo desde el inicio de la emergencia, dijo por teléfono a la AP que hasta el momento se han retirado varias toneladas de tierra y piedras del interior del socavón.
"Es una verdadera suerte que tengamos una manguera por donde nos comunicamos y les enviamos alimentos licuados, los mineros están comiendo, pero lo más difícil es la actitud mental de alguien encerrado por cuatro días", dijo Saavedra.
Otro gran problema que afrontan los mineros es el frío. "Están sujetos a mucho frío, la temperatura es baja por la humedad", dijo el primer ministro Oscar Valdés, quien habló con los mineros tras visitar el lugar de la emergencia.
Valdés señaló que los mineros podrían ser rescatados en dos o tres días y que ha conversado con ellos.
Otros mineros llegaron el domingo en la noche desde dos minas cercanas para ayudar en las excavaciones a fin de rescatar a los mineros, señalaron las autoridades.
La presencia de Valdés y Merino en la mina Cabeza de Negro, ubicada a 1.347 metros (4.400 pies) sobre el nivel del mar puso de relieve lo que algunos consideran la falta de preparación del gobierno ante accidentes de este tipo.
Según cifras oficiales, 52 mineros murieron el 2011 en accidentes de trabajo y un tercio falleció por desprendimientos de rocas. Adicionalmente desde enero a la fecha han fallecido otros 16 mineros.
La minería es el motor económico de Perú y el 61% del total de las exportaciones corresponden a ese rubro. Es el segundo exportador mundial de cobre y el sexto de oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario