viernes, 17 de febrero de 2012

Muerte por inmersión.

En estos días de relajado pasar, muchas personas disfrutan de su descanso en sitios cercanos a zonas con agua: Mar, ríos, lagos, piscinas, donde muchas personas dejan la vida para siempre.

Un trabajo de investigación de Anna Gosline, publicado en la revista New Scientist, nos cuenta que se siente en el momento de morir ahogado:

Los relatos indican que ésta podría no ser una forma demasiado dolorosa de morir, aunque sí entraría entre las más angustiantes. Es que viene acompañada de una sensación de pánico que se experimenta al no poder respirar.

Consultado por Gosline, el fisiólogo y experto en supervivencia marina de la Universidad de Portsmouth en el Reino Unido Mike Tipton explicó que la mayoría de los decesos en el agua son eventos en extremo repentinos.

Tras los intentos desesperados por mantener la cabeza fuera del agua, la persona finalmente se sumerge. Trata de contener la respiración lo máximo posible. Luego respira agua; tose y respira y vuelve a ocurrir lo mismo. Ello lleva a que se inunden los pulmones, lo que impide la oxigenación de la sangre.

"Hay una sensación de desgarramiento o de quemadura a medida que el líquido invade la vía respiratoria. Luego sobreviene un estado de calma y tranquilidad", explicó Tipton sobre la base de testimonios de supervivientes.

Es de esperar que a ninguno de ustedes les suceda. Y que retornen a sanos y salvos a sus hogares. Recuerden tener presente, y aplicarlas, las normas básicas de prudencia.

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