lunes, 5 de julio de 2010
Adulto y muy solitario...
Aparecieron hace unos 5 millones de años. Surgieron de las aguas mediante la lenta y paciente actividad volcánica y la vida se desarrolló allí de una manera diferente al resto del mundo.
Una vida diferente, una flora y fauna exclusivas que dejaron con la boca abierta al mismísimo Charles Darwin. Son las Islas Galápagos. Un archipiélago situado a casi 1000 kilómetros de las costas de Ecuador que esconde una increíble colección de especies únicas en la Tierra.
A pesar de que fueron declaradas Parque Nacional en 1959 y protegidas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978, a veces, no podemos evitar que la implacable selección natural siga su curso y desaparezcan especies como esta.
Su nombre científico (Geochelone nigra abingdoni) no es muy llamativo, pero sin embargo, esconde una historia peculiar y triste. La historia del último ejemplar de un linaje abocado a la extinción: El Solitario Jorge.
"The lonesome George" es una tortuga gigante de más de 100 kilos de peso que fue descubierta en la isla de Pinta en 1971. Se calcula que nació a principios del siglo XX, por lo que es posible que ronde los 80 o 90 años y aunque esta clase de galápagos pueden llegar a vivir más de cien años, el problema del solitario Jorge es que es el último de su especie y no se ha podido aparear con éxito para continuarla.
Durante mucho tiempo se han realizado esfuerzos para salvaguardar la especie, pero es complicado: las hembras elegidas para la honrosa tarea de salvar su continuidad no parecen ser compatibles con nuestro protagonista que, no ha podido fertilizar hasta el momento ninguno de los huevos que le darían una oportunidad a su especie.
El Solitario Jorge se encuentra actualmente en la Charles Darwing Research Station, un centro en el que, durante más de 36 años, diversos científicos están haciendo todos los esfuerzos posibles para que la especie no se extinga... Aún así, la tortuga gigante sigue sin tener descendencia.
Una historia que aún no ha terminado ya que, como dice el refrán, mientras hay vida hay esperanza. Sin embargo, todo apunta a que el gigante solitario, cada vez más viejo, se extinguirá sin que podamos evitarlo... La extinción de una especie única ante nuestros ojos... Esperemos que no sea así.
Fuente:Cuaderno de ciencias.Por Javier Peláez.Yahoo.es.
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