Aniversario Transantiago ¡Aprovechemos la oportunidad!

Leyendo una reciente encuesta, los pasajeros del Transantiago preferencian el aumento de los buses y de sus frecuencias. Muy pocos se refieren al diseño de los vehículos. Sobre este tema, tengo entendido que dentro de poco tiempo algunas líneas comenzarían a renovar sus flotas. ¿Sería posible que no siguieran haciendo más de los mismos buses? Y que ¡Al fin! ¿tomasen en cuenta a los pasajeros para su diseño? Porque es bien fácil, para quienes sólo andan en auto, ponerse frente a un computador y crear los espacios interiores de un bus (en el cual jamás se van a desplazar). Ver, por ejemplo, que sea fácil sentarse en sus asientos, que haya espacio para acomodarse en ellos. Que no estén en esos desniveles a los que cuesta acceder, que el plástico de sus estructuras sea más adherente al pasajero. Ahora, a cada frenada hay que sujetarse como se pueda.¡Acuérdense de los discapacitados y de los principios básicos de la ergonomía! Las ventanas son amplias, pero, en estos meses de verano, se echan de menos las cortinas de las micros que protegían de la insolación. Ver que las puertas de los vehículos realmente se cierren antes de su puesta en marcha. En este Verano ya ha habido muertes de pasajeros por esta causa. Que los botones de los timbres de parada estén en sitios visibles y dispuestos para ser accionados con facilidad. De ver un sistema para mejorar la circulación del aire, recuerden que los pasajeros quieren respirar y no sofocarse. Les dejo la inquietud al respecto para que aporten nuevas sugerencias.
Hace unos meses, antes de entrar en funcionamiento el Transantiago, leía que en Valparaíso se les preguntó a los usuarios como deseaban que fuese el interior de los buses. Si se destinase una mínima porción de los dólares que se pierden subsidiando el sistema, para encuestar a los pasajeros santiaguinos respecto a este tema, y se tomasen en cuenta sus opiniones, habría un cambio real. El usuario volvería a sentirse una persona, quizás hasta le ayudaría a recuperar su dignidad perdida con este humillante medio de transporte, y ¡Cuan felíz sería si se llevase a cabo la remodelación interior de estos vehículos! En estos días preelectorales sería bueno que estas palabras fuesen recordadas...
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